Carlos Mario Cano R.
Tomado de www.eltiempo.com
El teatro tumbó sus muros y salió a la calle para contar la
historia de laCasa Amarilla, sede de la Corporación Cultural Nuestra Gente en
Santa Cruz, en el nororiente de Medellín. Cumplir 25 años de teatro comunitario fue la mejor razón
para convertir el asfalto en proscenio y las casas en escenario. La obra 'Y cuando llegamos éramos otros',
codirigida por Mónica Rojas y el argentino Adhemar Bianchi retrató la historia
del barrio y se volvió un regalo para la gente, que se vio reflejada en ella.
El teatro entre vecinos, una puesta en escena efímera, solo
se observó el pasado jueves y ayer en las empinadas calles de la nororiental.
El público sentado en la acera, en las tribunas o en los
balcones estaba conformado por vecinos, amigos y cómplices de un proyecto que
nació en 1987 y se volvió en poco tiempo el refugio contra la violencia que
trató de engullirse la zona.
De hecho, ellos fueron protagonistas del primer programa de
'Arriba mi barrio' en 1991, donde fueron resaltados por creer que era posible
construir otra ciudad desde la imaginación y el arte.
"Triunfamos y vencimos a la muerte después de 25 años.
Aparte de los principios que me enseñaron en casa también guardo los de la Casa
Amarilla", dijo Andrés Tejada, uno de los hijos adoptivos de Nuestra Gente
y quien llegó a sus procesos artísticos cuando era niño.
"Aquí entramos de 7 años cuando de la escuela Pablo
Neruda nos mandaron para ver si queríamos recibir unos cursos de artes y ya no
pudieron sacarnos", dijo Camilo Montoya, otro de los jóvenes insignia de
la institución y quien ha viajado con ellos a Cuba, Venezuela y Brasil.
Un tributo al barrio
En la casa que hoy es amarilla habitó el placer y llegó la
muerte. En los 50 fue uno de los burdeles más conocidos del sector de
tolerancia de Las Camelias. Luego pasó a local de negocios sin suerte, hasta
que llegaronJorge Blandón y Marta Gisela Echavarría, los abanderados del
proyecto que tuvo como base el teatro.
"Había niñas y niños a los que no dejaban venir a la
casa porque tenía un pasado cruel y duro", recordó Blandón director de la
Corporación, en la presentación de la obra.
Además de borrar ese pasado negativo, Nuestra Gente creció
en su visión del arte y al teatro le sumó otras expresiones como la música y la
danza. De hecho, hoy existe un colectivo de medios digitales que le apuesta a
las redes sociales, blogs y a la transmisión por Internet de sus obras de
teatro.
La niñez y la juventud habitan todos los días la casa. No en
vano cada añola corporación convoca al Encuentro Nacional Comunitario de Teatro
Joven. Otra fortaleza es el colorido de las comparsas que dan la bienvenida a
la Navidad en el Museo de Antioquia.
La obra, con la que iniciaron las celebraciones de las bodas
de plata, terminó con un canelazo y una empanada comunitaria.
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